He pedido peras al olmo. Las saboreo. Son deliciosas (IG)

lunes, octubre 31


krsna & radha: devotion

muchas veces lo pienso
no soy la que quisiera,
muchas veces pero sobre todo los lunes

domingo, octubre 30

Colecciono endecasílabos para sonetos que jamás podría escribir.

(A continuación los capturados hasta ahora, anotados en orden de aparición y sin censura previa, después de un desprendimiento de masa encefálica sin precedentes, en compañía de Ya-sabemos-quién.)

***

Los demonios le trepan por las piernas

confundidos y exhaustos de buscarse

un ciego temor abraza el cielo

los conejos no saben a qué saben

unas luces se prenden de su boca

hay cerezas y hay cassis y hay pescado

una mujer que no pone bien la mesa

con su propio veneno se atraganta

vuelan los tigres sobre techos rotos

cerrada por dentro estaba ella

la luna, cuando la visitamos

y van las ratas sobre vigas rectas

no pierden su camino los que saben

del sueño del hambre y de la muerte

no es nada, corazón, la hiena llora

el blanco de tu ropa va a ensuciarse

tu cuerpo luminoso pide oscuro

dos estrellas se ríen de nosotros

cayendo en la ascensión está el pigmento

las cruces casi siempre son pesadas

tu lágrima inaudita me abochorna

ya el fuego de tu agua se enarena

y no se arregla una camisa rota

cartago refucila en el mendigo

hay un decir que se canta y que no es nada

revelas en tu andar la cercanía

olvido mi pezón entre tus libros

escribes la D que te describe

vas por el viento como quien ha huído

y otorgas al beodo su desvío

y un ángel caído es todo lo que queda

revivís en mi muerte inesperada

el trigo crece como cada día

repican las sandalias de la aurora

los soldados descansan en el suelo

no pueden volver donde han estado

tu pelo ensimismado se agiganta

recorriendo miradas fugitivas

tan triste como un ciego al mediodía

cercenas el olvido que te guardo

con buscar una flor no es suficiente

¿podemos una más, será posible?

jueves, octubre 27

Esta mañana soñé con el mar. Era azul, profundo y peligroso. Las olas eran enormes y cuando se formaban el agua hacía esa presión característica, como si tragara. Después parecía que iban a romperse justo sobre mí, que podían lastimarme. Quería irme y no podía porque también quería quedarme. El susto, el dolor y la fuerza de mi cuerpo desaparecían cada vez que me hundía y nadaba y otra vez las olas y cada vez más grandes. Hasta que por fin salí.

En la playa me sentaba entre un grupo de chicas y hablábamos. Nicole Neumann estaba entre nosotras. Ella decía "qué tonta, cuando me preguntaron cómo estaba el agua no pude explicar lo buena que estaba". Yo le decía que a mí me había pasado lo mismo, que había hecho una descripción "monocromática". Y ella, como no podía ser de otra manera, me preguntaba qué significaba esa palabra.

es curioso cómo las verdades sencillas que siempre estuvieron ahí a veces necesitan tocarnos para que las veamos.

Lesson 1, Unit 3: el escándalo trae rating.

miércoles, octubre 26





Más de una vez me preguntaron qué es exactamente un chongo. El más gay de mis amigos diría "un precioso negro cogedor analfabeto". Yo, que soy más de la clasificación estética que funcional, diría que es una bestia de hombre que hubiera sido modelo de Gucci de haber nacido en las afueras de Roma en lugar de en Fiorito. Como un Versacce a sólo veinte pesos porque es de contrabando.

En una oportunidad, a causa de una sucesión fortuita de acontecimientos que no viene al caso detallar, me vi en la esquina de las calles Luna y Santo Domingo, en el barrio de Pompeya, donde comienza la villa 21, tomando una de cerveza en la vereda junto a tres chicos y una chica que acababa de conocer, un sábado al mediodía.

Estábamos disfrutando del sol y el frío de la bebida corriendo y se acercó una persona a pedir un trago. ¿Un muchacho? ¿Un hombre? Era varón y joven y seguro que si entonces yo hubiera conocido la palabra chongo se la hubiera aplicado mentalmente al instante. Era guapísimo, usaba camisa negra y un hombre que puede seguir teniendo pinta incluso con una camisa negra es de veras churro. Tenía unos ojos entre verdes y marrones que, si no supiera que va a sonar tan feo, llamaría pardos. Hizo un chiste sobre su corte de pelo, igual no le importaba porque iba a crecer pero ahora los amigos le decían Chayenne y me acuerdo que me hizo gracia la broma. Me hizo gracia porque él estaba notablemente mejor.

Había empezado diciendo "... porque yo no soy chorro" y no hace falta haber leído casi nada ni contar con un vasto conocimiento del mundo para darse cuenta de que eso es un mal principio. Yo lo escuchaba y, tanto como me gustaba, temía de él. Mientras estuvo con nosotros procuré no mirarlo casi a la cara, no reírme con la boca abierta aunque los demás lo hicieran y asentir con la cabeza en vez de hablar cada vez que alguna pausa en la conversación así lo requiriera.

Una vez que a botella estuvo vacía, él se dispuso a volver por donde había venido. Saludó a cada uno y cuando llegó mi turno se inclinó como si fuera a darme un beso en la mejilla, pero en cambio tomó mi mano, apoyó sus labios en ella muy suavemente y a modo de aclaración dijo:

—Como a las princesas.

Marcos se llamaba. Si huy lo viera en la calle no me daría cuenta. Y si lo reconociera y le dijera "vos la única vez que nos vimos me saludaste con un beso en la mano", él contestaría "no, me estás confundiendo con alguien".

martes, octubre 25

Monsieur Brauer (h) et Mademoiselle Natalix tienen el agrado de participar a Ud. de la incansable búsqueda que emprenderán a partir de este momento. En vista de que el rating de Rolando no deja de subir desde que recategorizó de "pastor a los campanazos si la sotana fuera de metal" a "ser pelado es sólo otro rasgo de incansable virilidad" y, asimismo, Natalix cambió (forzosamente) su estatus de chica convenientemente reservada a señorita exhibida en la zona roja de Ámsterdam según lo consignan numerosos comentaristas anónimos, los involucrados han decidido que tanto oprobio y tanto goce merece ser repartido ecuánimemente y por lo tanto LANZAN UNA CONVOCATORIA ABIERTA PARA CONSEGUIR UN / A THIRD PARTY FOR A THREESOME. Menage a trois es anticuado pero más universal. Llamenló como quieran.

Los/as interesados/as deberán presentarse en la plaza de Almagro el próximo sábado, a partir de las dos de la tarde, vistiendo únicamente traje de baño. Aclaramos que una porción del arenero de los niños estará especialmente acondicionado para la escena principal del cásting, que consiste en lucha en el lodo entre los/as postulantes, que a falta de recursos primermundistas será en arena mojada y punto.

Desde ya se agradece la difusión y se espera el fervor de una elección candente.

lunes, octubre 24

Mientras esperaba que la criatura saliera de sus sesión semanal (que mereció un post aparte) tuve oportunidad de leer en el bar el resumen de la jornada electoral.

De todo lo que vi, un recuadro en particular llamó poderosamemte la atención. Decía que Florentina Gómez Miranda había votado ayer.
Florentina tiene 93 años de vida
60 de militancia
25 como maestra,
y entre sus batallas políticas ganadas se cuentan
-la ley de divorcio vincular
-la patria potestad compartida entre los progenitores
-el derecho a pensión de la concubina
-el derecho a pensión del viudo
y, en 1994, a la edad de 82 años, logró que se incluyera en la reforma constitucional la cuestión del cupo femenino en los cargos públicos.

Perdonen la contradicción en los términos pero lo único que cabe decir es "esa mina tiene huevos"

domingo, octubre 23

ahora lo único que falta es que aparezca el novio que tuve a los 18 y publique esas fotos que nunca debí haberme dejado sacar.

viernes, octubre 21


chica timeless

jueves, octubre 20

Antes de subir al auto gris
se acercó una madre
no la mía
y me dijo: tenés que saber que eso
lo que se va ahora, ya no es tu papá.

Después, mientras el cura hablaba
ni siquiera una vez
apoyé la mano sobre el cajón
y casi al final del recorrido
vimos adelante dos chicos
de unos siete y nueve años que sostenían
otro ataúd que dos hombres llevaban.
Una mujer iba con ellos y nadie
hacía caso de la pena de los otros.

Cuando lo dejamos se acercó alguien
que creció sin padre y me dijo:
si querés llorar, llorá
pero yo
no quería.

Después nos fuimos.
Era feriado y ese día no cremaban.
Él se quedó ahí junto a los otros
muertos postergados
escuhando la lluvia quizá
con frío en los pies.

Era octubre y uno o dos días antes
el sol brillaba justo como hoy.

martes, octubre 18

Cuando camino por Plaza San Martín a veces veo señoras tan bien vestidas que no me importaría tener que casarme con un empresario para lograr ese aspecto. Por otra parte, hay tantas posibilidades de que un hombre rico me proponga matrimonio como de que la argentina se convierta en potencia mundial el año que viene.

Desde que tengo edad suficiente para entrar en un negocio y preguntar "esto cuánto sale", mi capacidad para acertarle a la prenda más cara del local no ha decaído ni un ápice, al tiempo que mis poder adquisitivo se vio reducido brusca e irremediablemente por dos hechos sumamente concretos: el nacimiento de mi hijo y la muerte de mi padre. Obviamente estos sucesos modificaron también muy otros aspectos de mi vida, pero pretendo de momento centrarme en las consideraciones prácticas.

Por ejemplo, hace dos años, para el comprarle a mi madre un regalo de cumpleaños entré Cacharel en galerías pacífico. Era su primer cumpleaños sin papá y junto con mis hermanas nos propusimos hacerle un regalo, digamos, como los que él le hacía. Me acerqué al sector de las camisas y a primera vista encontré la indicada: sencilla y hermosa, alegre y discreta, todo lo que se puede pedir de una blusa de señora. La etiqueta decía 735 y convencida de que se trataba del código de la prenda me acerqué a consultar a la vendedora, quien me indicó que la camisa era de seda italiana y que el número, efectivamente, designaba su valor en moneda local vigente.

Cuando veo a las señoras de Plaza San Martín, con sus carteras y sus zapatos insuperables, con sus polleras europeas y su pelito ay, tan impecablemente lavado con cremas de enjuague de cincuenta dólares, no puedo dejar de notar que cuando llegan a adquirir el patrimonio y el buen gusto necesario para vestirse así, han perdido ya casi toda su belleza natural, la gracia de sus formas y la suavidad de sus maneras. Ya no son jóvenes y eso, mal que le pese a la industria de la cosmética y la cirugía plástica, no se repara. Se compensa pero no se repara.

Estimados lectores (lectores casuales, lectores esporádicos, lectores fervorosos si los hay y lectores ávidos de expresar sus críticas): quiero decirles que ya no temo verme aquí como frívola y superficial, que me importan muy poco las elecciones que se avecinan porque no creo que nada vaya a cambiar sustancialemente, que por más que pataleemos y mandemos mensajes en cadena el mundo se está yendo a la mierda, que Bush va a venir a Mar del Plata si se le cantan las pelotas y no va a haber Blockbuster explotado que pueda detenerlo, que las epidemias se siguen extendiendo y la gente en el mundo se sigue cagando de hambre, en fin, que hablar de las cosas importantes no tiene verdadera incidencia sobre las cosas importantes y por lo tanto que no me importa que mis palabras suenen como la confesión trivial de una niña bien venida a menos, como se me podría calificar.

Retomo entonces: vi un sweater de hilo hoy que no podría describir aunque quisiera. Era sencillamente perfecto y costaba el doble de lo máximo que podría gastar el mes que viene en un par de zapatillas nuevas que tanto necesito. Pero, ¿saben qué? Mientas miraba la vidriera me di cuenta que no tendría con qué usarlo. Mi guardarropa actual no admite un sweater como ese. Se sentiría muy solo y fuera de contexto. Con esa noción algo cambió y mientras me alejaba una extraña tranquilidad se fue apoderando de mí. Me doy cuenta de que hay cosas que ya no deseo.

lunes, octubre 17

madre blogger deseperada busca respuestas y antes de morir en el intento las hace públicas.
(gracias Verónica por el empujoncito)


Le dialogue au Carmel

viernes, octubre 14

Salgo de la oficina y me como
dos empanadas fritas
y me tomo
un litro de cerveza yo sola
para que se me rompa del todo el hígado
y no es elegante
decir que se vayan todos a la puta madre que los parió
(a llorarle a ella
porque yo
no pienso arreglar lo que rompí
porque no tiene arreglo y punto)
no es elegante pero ya
no tengo patriminio suficiente para ser elegante.

Hago de cuenta que escucho
y rayo mi cuaderno por debajo de la mesa
como si pudiera
repararme el alma y los sentidos
y hasta el hígado mismo.

La tolerancia se me desborda
los ruidos igual no me llegan
quisiera poder contar las botellas que dejaron de existir
bajo mis labios
para reparar la falta de noción con una cifra exacta.

Las historias para niñas regresan a mi cuarto
de noche a romperse
como platos contra el suelo
para sentir el ruido y creer que eso es todo
que la cosa es
alguna cosa
que entre las paredes hay
algo más que aire.

La infancia como una patria muerta donde volver
cuando me haya ido.

Y los demás que me la mamen,
que para eso les pago.

jueves, octubre 13

Hoy bajé a Sitemas y vi un cartel que, según creo, siempre estuvo ahí aunque recién hoy me haya detenido a leerlo. Es una frase de Martin Luther King y dice:

Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos.

martes, octubre 11


(update de imagen: porque siempre se puede empeorar las cosas)

—Mal que le pese a tu reputación, tenés un tipo de belleza mucho más angelical que otra cosa.
—Es obvio: tengo nariz ancha, labios gruesos y soy morocha. Si me disfrazara de gato parecería una puta panameña.

lunes, octubre 10

un fin de semana con tiros
y explosiones cerebrales,
para pasar el rato.

viernes, octubre 7

Si el polo de la animalidad es el sexo y el de la espiritualidad es el amor, sería ridículo tratar de mostrar el predominio de uno sobre otro. Si los sonetos de Shakespeare o la penicilina tuvieron más incidencia en la historia de la humanidad no es demostrable. Si ya no soy virgen no se puede cambiar. Si la creencia en el sufrimiento como vía de alcance de máxima espiritualidad, sufrimiento cristiano para llegar a Dios y sufrimiento romántico para llegar al Arte; digo, si lo que debería pensar me queda incómodo como una ropa que no es de mi talle,

¿Debería tomar los juicios de otro como ciertos para redención o castigo?

¿Es posible que la palabra evasión no sea de mi agrado?

miércoles, octubre 5

—ma, ¿cómo hay que hacer para que una chica guste de vos?
—mmmm, creo que primero tendrías que tratar de hacerte amigo de ella, para saber qué cosas le gustan y también para ver si te gusta su forma de ser además de su cara...
—ahá y, ¿qué cosa no tenés que hacer o ella no es tuya (sic)?
—no tenés que molestarla, y sobre todo, no tenés que decirle que gustás de ella hasta que ella guste de vos.

martes, octubre 4





Los dilemas morales no son mi fuerte, se sabe.
Tengo un gato naranja que aúlla de noche su celo hambriento y encerrado y me dicen
—por compasión, por piedad hay que cortarle las pelotas.
Si no puede salir, sufre. No puede salir. ¿Si se las corto, no?

Una pareja en la playa, ella toma sol boca abajo. Él sale del agua, le apoya un pie en la espalda, la moja. Ella dice: "ok, vos me mojaste, por eso yo ahora te saco un cigarrillo", es entonces cuando él nota que las mujeres tienen un sistema de causalidades que siempre le será ajeno. No lo leí pero sé que está en un libro.

Tuve un gato gris petróleo que la quedó debajo de la rueda de auto gris petróleo. Brillaba y dormía la siesta conmigo, y aunque no sé si lo llevé a castrar antes o después del aborto me acuerdo que tuve la misma sensación. Algo irremediable y necesario, triste pero cierto y sobre todo irreversible.

Después vi en mi cuadra otro gato gris, idéntico y supe que el mío había podido engendrar justo a tiempo, justo antes. Soñé que tenía gatos grises iguales y varias veces soñé que yo misma los paría, como sueño a veces gatos naranjas pero que ahora llegan desde el patio de mi casa y no desde el fondo de mi cuerpo.

Cortarle una parte y decirle "es lo mejor para vos, es lo mejor para todos", creerlo de veras para que no me duela como si fuera yo. Eso es ser un adulto. Nunca me llevé bien con lo que los otros esperaban de mí.

lunes, octubre 3

la carne, los amigos, los hijos propios y los ajenos que crecen sanos, un solo intento de suicidio en veintisiete años, el perdón concedido, el pasado pisado, las huellas que se borran cuando la marea sube, nadar desnuda y poder recordarlo, los helados de chocolate con almedras, el silencio, las risas, los libros con dibujos, los aniversarios de las muertes que se alejan, el resentimiento de los otros como algo olvidable, prescindible por completo al momento de hacer la lista de cosas favoritas para poder dormir de noche.

Y cantar. Cantar siempre las mismas canciones.

(Raindrops on roses and whiskers on kittens;
Bright copper kettles and warm woolen mittens;
Brown paper packages tied up with strings;
These are a few of my favorite things.

Cream-colored ponies and crisp apple strudels;
Doorbells and sleigh bells and schnitzel with noodles;
Wild geese that fly with the moon on their wings;
These are a few of my favorite things.

Girls in white dresses with blue satin sashes;
Snowflakes that stay on my nose and eyelashes;
Silver-white winters that melt into springs;
These are a few of my favorite things.

When the dog bites,
When the bee stings,
When I'm feeling sad,
I simply remember my favorite things,
And then I don't feel so bad.)