He pedido peras al olmo. Las saboreo. Son deliciosas (IG)

lunes, julio 25

San Pedro
Cuaderno nuevo, birome nueva.

En el micro la criatura vomita como siempre. Mamá con bolsa preparada, ningún enchastre.
hotel Costa Azul
sobre la barranca, encima del río
duermo en la que era una pieza de telo
voy a tener que masturbarme en el baño, pienso
(que el fantasma de pasados polvos sea conmigo
y con mi espíritu)

Un día de sol no se malgasta en responder palabras insultantes.

***
El suelo es verde y las cortinas marrones
el miedo es más fuerte cuanto más cerca de mi cama
el olor a jabón y la sábana extendida de un lugar extraño
me refugian

En el restaurant el señor pregunta si Félix es mi hermanito. La última vez que pasó eso me acuerdo: en la playa 3 chicos entre 13 y 17 desde adentro de un auto le dicen
-eh, qué buena que está tu hermana.

***
Practico caligrafía,
la caligrafía es la verdad revelada.
La magia,
¿Un conejo, una galera, una desaparición?
No.
Un hombre, una mujer
el manto del olvido cubriéndolos como si fuera el tiempo
un destello de vanidad los ilumina
no querer deshacerse en la oscuridad del todo.

***
George Bernard Shaw dixit

Desde que existe el matrimonio se sabe que el gran artista es mal marido

***
La pileta donde lavé el pantalón estaba tapada. El niño, descompuesto.

Más tarde en la lancha ver:
los camalotes, no.
Unas plantas de hojas verdeoscuras
tallos que flotan sobre la superficie al ritmo de la ola que vamos dejando.

***
Me siento afuera en la cubierta, pretextando descompostura para preservar el beneficio frente a la trouppe de excursionistas y el chofer. El cementerio se ve imponente desde el río. Le digo a F,
-Mirá ese edificio griego
-¿Cuál? ¿El de los árboles en punta?
-Sí

Le preocupa que yo pueda sentirme mal, pero no mucho. Dice que él también se siente mal. No hay que abusar de las mentiras porque se corporizan tan pronto uno las suelta.

Recuerdo: otro navegar. F se mandó un paquete entero de papas fritas veinte minutos después de vomitar. En la cubierta yo sentía un leve mareo. Había desayunado al sol: cerveza tibia y sándwiches de miga. Al entrar al camarote el mareo se volvía profundo y terminal. El truco era entrar regularmente para provocar la sensación de que se estaba mucho mejor afuera.

En la lancha hay dos chicas. No podría decir si son hermanas o madre e hija. La mayor tenía una edad indefinida entre 25 y 34. La niña, entre 9 y 11. Al final me pareció que la mayor era la madre. Era linda y me pidió que les saque una foto. Creo que va a salir muy bien.

A la salida vemos las casas rodantes. F me reclama no tener suficiente dinero como para comprar una. Le digo
-Si viajáramos por el mundo en casa rodante, ¿yo, de qué trabajaría?
-De fotógrafa
-Tá bien. Y vos, ¿cómo irías a la escuela?
-Yo vería las cosas y aprendería. El mundo sería mi escuela.

***
Svevo textual,

Las mujeres hermosas siempre parecen inteligentes al principio.

***
Mientras me bañaba mirando las gotas caer desde la ducha hasta el artefacto de luz bloqueado con una sencilla tapa plástica, me pregunto qué pasaba si mi camino era venir a morirme accidentalmente electrocutada en una habitación de hotel de pueblo desconocido y calculo cuánto tardarían en comunicarse con mi familia para que se ocupen de la molestia del traslado del cuerpo, y durante todo ese tiempo el niño haberme visto, desnuda y muerta, no voy a hacerle eso, me lo prometo.

***
En el museo

hombres hechos de cosas rotas
de partes de algo
astillas y cortes
cicatrices que dibujan a su paso la senda
los colores como algo que en el fondo no existe.
Un frío que también arde y persiste en su gravedad
y se queda luego de la distancia.
Como si todas partes fuera
el mismo lugar
cada vez.

***
El río es más grande cuando se lo camina bordeando, que en el artificial deslizarse de un casco hueco sobre la superficie verde-marrón. Los días nublados el paisaje fosforece de un modo particular, el gris del filtro de luz alcanza cada cosa. Las olas se mueven hasta verse inmóviles, indiscernibles en la espesura que conforman y las tiene.

***
Hace tres días que no fumo tabaco
que no tengo sexo ni conmigo ni con nadie
que no muestro lo que escribo.

Quisiera decirme y creerlo
que no estoy asustada
que la vanidad no va a convencerme de mirar hacia atrás un última vez
que sigo siendo más que estatua de sal,

puedo hacerlo
todavía
puedo

***
Los rayos cruzan las nubes, la pantalla los detiene y sin embargo un perro puede cruzar el agua nadando, incluso en un día de frío. Se sacude en la orilla y aunque desde donde lo veo es una mancha marrón, nada más, sé de su orgullo secreto del otro lado, que para él es el mismo.

***
En una calle del centro del pueblo tres chicas me miran. Debo llevarles diez años, a ellas les gusta mi ropa, especialmente mi tapado, me doy cuenta. Quien fuera ellas para desear ser yo.

***
Comemos
cuadrúpedo
burdamente disfrazado de no nosotros
no esta carne que es mi cuerpo.

Si él lo hizo sabe cómo funciona
¿Sabe cómo funciona o sólo hay que rodar?

Cinco sogas con nudo en forma de horca
dos vértebras
alambre de púas
y tela de arañas.

***
El camisón cubriéndome apenas las rodillas
sin medias ni ropa interior
un sweater,
zapatillas,
Sé que volví cuando pierdo mi carro en el supermercado
y doy vueltas
entre las góndolas
cual ninfa veneciana confundida

Mientras él duerme,
quisiera lavar mis pensamientos como los vasos de anoche
lavar con agua fría, mis platos, mis manos.
Me imagino hacer pis en el suelo
el gusto de lo inusual sólo por nuevo
no va subirme entre las piernas como serpiente
no va a alcanzarme
no lo estoy viendo
no es cierto, no es verdad