¿pasión de multitudes?



Digamos que en materia de fútbol mi más alto logro fue llegar a comprender la ley del off side. Sin embargo, parece que las voces de las famas llegan también a oídos de los legos.

Ayer en un taxi escucho por la radio que dos jugadores de un mismo equipo se encuentran enemistados. Explicaba el locutor que los amigos ya no amigos solían compartir con sus respectivas familias salidas, paseos y hasta vacaciones. Es fácil imaginarlos comiendo asadito los dos matrimonios y los nenes todos felices en un día de sol.

Hoy, en el bar, mientras leía sobre las turbulentas aventuras de Cupido y Psiche, veo en la mesa de al lado a un señor que sostiene el suplemento de deportes de La Nación y oigo que le dice al mozo, sin duda refiriéndose al más reciente culebrón futbolístico y buscando el origen de una pelea tan nefasta para el equipo donde juegan estos chicos; el señor dice

—… escuché que tienen problemas económicos…
El mozo esconde una media sonrisa, baja la voz y contesta
—Yo oí que fue otra cosa.

Yo también oí que fue otra cosa. Parece que uno se sopleteó a la mujer del otro. Lo escuché en la oficina, y el que pasó el chisme le agregó una deliciosa cerecita al tope del helado.

Dijo
—Lo peor es que parece que se enamoraron.