He pedido peras al olmo. Las saboreo. Son deliciosas (IG)

miércoles, mayo 4

Anoche soñé con mi papá. Volvía a casa por apenas un rato, como a quien le es concedida una vista, pero no puede quedarse. Me llamaba aparte, me hablaba. Tuvimos una larga muy larga charla, daría hoy lo que no tengo por recordar qué me decía, todo, pero solamente hay dos momentos.

El primero: me decía que volvía cada tanto para que nunca me olvide de él. Como si pudiera, ja.

El segundo: yo le pedía permiso para difamar su intimidad en mis obras de ficción. Pero no se lo decía así, le pedía permiso para escribir de él.

Y me dijo que sí.