
Herencia
Mi mami,
la maestra,
mi papi que me mira desde el cielo,
yo sé lo que pretenden
que a mi prole la eduque con rigor
con los golpes y gritos que hagan falta
como hicieron conmigo (como si una vida
no alcanzara
para demostrar que todo eso no funciona).
Ellos lo dicen de otra forma: que haga caso,
que entienda de una vez que las cosas no son como se quiere.
Son como son y duelen mucho.
—¿Pero siempre? —les pregunto.
No contestan.
Buscan su redención en el castigo de otros.
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