He pedido peras al olmo. Las saboreo. Son deliciosas (IG)

jueves, marzo 10


cosas que se ven

En plaza San Martín tengo mi parada de fumar. Un lugar estratégico para ver o poder escapar si fuera necesario. Cerca de la calle, bajo unos árboles de flores rosadas, particularmente bonitos.
Llamémosle "parada 1".

Hace más o menos tres meses fui ahí como siempre y encontré un uniformado en mi parada. No estaba cerca sino ahí, en el sitio exacto donde suelo detenerme. Con lo cual, elegí un nuevo lugar, tan estratégico como el anterior, aunque no tan bonito. Digamos que desde mi nueva parada podía ver al poli en mi antigua parada, además de las flores rosadas. Llamémosle "parada 2".

Como bien sabemos, la paz no está hecha para durar. La semana pasada, cuando prendí mi cannabis en la parada 2, mirando atentamente a la parada 1, descubrí que en las inmediatas cercanías a mi persona había otro agente de la ley y el orden, que llegó a sentir el aroma que yo despedía y que, por muy poco, no pudo notar de donde venía.
Pude perderme entre la gente, caminando hacia el otro lado de la plaza en busca de lo que pudiera ser la tercera parada de esta saga.

Pues bien, parece que el sentido del deber o el sentido del ridículo debe haber afectado al cuerpo policial de la zona. Hoy había tres policías en la plaza.

Me fui a caminar por Paseo Colón, y pensaba en los verdaderos delincuentes. Los que roban y los que matan, por decirlo en forma sencilla. Hay que avisarles que puede ser un gran día para ellos. Todos los ratis de buenos aires están buscando un porrito para fumarse hoy.