He pedido peras al olmo. Las saboreo. Son deliciosas (IG)

miércoles, febrero 9

Desde el retrato, Olimpia me mira,

conturbada y excesiva
milagroso prodigio del escándalo
ofrecida con un cordón al cuello
reina de toda reinitud en sus cuatro paredes
espía y hada fugitiva del sentir
esclava solamente de un capricho.

Huele siempre como el perfume de sus flores
puede desnudarse sin pensar en nada
y ama a los animales como a sí misma.