He pedido peras al olmo. Las saboreo. Son deliciosas (IG)

jueves, febrero 17

Antes de hacerlo, entré a la iglesia y le pedí a diosito
que me diera claridad para tomar la decisión
y firmeza para sostenerla.

Después fui hasta ella y se lo dije: que no quería trabajar más ahí.
La contraoferta fue demasiado tentadora como para negarse,
se reduce el trabajo, se mantiene el salario.

Así nadie puede conservar la fe.
No es que sea la primera vez que diosito me deja de garpe,
pero pienso: quizá él debería poner un contestador automático
que diga
en qué momento va a estar disponible.